Las Pirámides de Güímar

22.12.2024

Las Pirámides de Güímar son un conjunto de seis estructuras piramidales construidas con piedras volcánicas, que se encuentran en el municipio de Güímar, en la isla de Tenerife. Estas pirámides, que varían en tamaño y forma, han sido objeto de estudio y debate desde su descubrimiento. Su construcción se remonta a tiempos antiguos, aunque la fecha exacta y el propósito de estas estructuras siguen siendo un misterio. A diferencia de las pirámides de Egipto o Teotihuacán, las de Güímar no fueron utilizadas como tumbas, lo que añade un aire de enigma a su existencia.

 Una de las características más fascinantes de las Pirámides de Güímar es su alineación con los fenómenos astronómicos. Se ha sugerido que estas estructuras están orientadas hacia el solsticio de verano y otros eventos astronómicos, lo que indica que sus constructores poseían un profundo conocimiento de la astronomía. Esta alineación ha llevado a algunos investigadores a especular sobre la posible conexión entre las culturas prehispánicas de las Islas Canarias y las civilizaciones mesoamericanas, como los aztecas y los mayas.

El entorno natural que rodea las Pirámides de Güímar también es digno de mención. Situadas en un paisaje volcánico, las pirámides están rodeadas de una vegetación exuberante y vistas impresionantes del océano Atlántico. Este entorno no solo realza la belleza de las estructuras, sino que también proporciona un contexto histórico y cultural que invita a los visitantes a reflexionar sobre la vida de los antiguos canarios y su relación con la naturaleza.

LA HISTORIA Y EL MISTERIO DE LAS PIRÁMIDES

La historia de las Pirámides de Güímar es tan intrigante como las propias estructuras. Se cree que fueron construidas por los guanches, los antiguos habitantes de las Islas Canarias, aunque la falta de documentación escrita dificulta la comprensión completa de su origen y propósito. A lo largo de los años, han surgido diversas teorías sobre su construcción, desde la idea de que eran lugares de culto hasta la posibilidad de que sirvieron como observatorios astronómicos.

 El redescubrimiento de las pirámides en el siglo XX atrajo la atención de investigadores y arqueólogos, quienes comenzaron a estudiar su estructura y alineación. Sin embargo, el interés por las pirámides se disparó en la década de 1990, cuando un famoso explorador y etnógrafo propuso que existía una conexión entre las pirámides de Güímar y las de Mesoamérica. Esta teoría, aunque controvertida, ha llevado a un mayor interés en la investigación de las pirámides y su significado cultural.

A pesar de la falta de consenso sobre su origen, las Pirámides de Güímar han sido reconocidas como un importante patrimonio cultural. En 1998, se inauguró el Parque Etnográfico Pirámides de Güímar, que ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar las pirámides y aprender sobre la historia y la cultura de los guanches. Este parque no solo preserva las estructuras, sino que también promueve la investigación y la educación sobre la rica herencia cultural de las Islas Canarias.

LA IMPORTANCIA DE PRESERVAR EL PATRIMONIO CULTURAL

La preservación de las Pirámides de Güímar es crucial no solo para la historia de las Islas Canarias, sino también para la comprensión de las culturas antiguas que habitaron la región. A medida que el interés por estas estructuras crece, también lo hace la responsabilidad de protegerlas y conservarlas para las generaciones futuras. La investigación continua y la educación sobre su significado cultural son esenciales para garantizar que la historia de las pirámides no se pierda en el tiempo.

El Parque Etnográfico Pirámides de Güímar desempeña un papel fundamental en la conservación de estas estructuras. A través de programas educativos y actividades de sensibilización, el parque busca fomentar un mayor aprecio por el patrimonio cultural de las Islas Canarias. La colaboración entre investigadores, autoridades locales y la comunidad es vital para asegurar que las pirámides sean protegidas y valoradas como un recurso cultural invaluable.

En un mundo donde el turismo puede tener un impacto significativo en los sitios históricos, es esencial encontrar un equilibrio entre el desarrollo turístico y la conservación del patrimonio. Las Pirámides de Güímar son un ejemplo perfecto de cómo un sitio arqueológico puede atraer a visitantes mientras se preserva su historia y significado cultural. Al visitar este lugar, los viajeros no solo descubren una joya oculta en España, sino que también se convierten en parte de la historia viva de las Islas Canarias.

El contexto histórico 

Las pirámides o majanos de Güímar se encuadran históricamente para algunos en el siglo XIX, época de la explotación económica en las islas Canarias de la cochinilla, un insecto parásito de la tunera o higo chumbo del que se extrae un tinte muy apreciado en aquella época en que aún no se habían introducido los tintes sintéticos. La explotación de la cochinilla resultaba muy rentable, tanto que se prepararon para su explotación numerosas fincas que, hasta el momento, habían permanecido estériles debido a la mala calidad del terreno, normalmente formado por piedras volcánicas. Las piedras extraídas en la limpieza de estas fincas se almacenaban formando estructuras piramidales como las de Güímar. Existen aún hoy numerosos ejemplos de estas construcciones agrícolas y hasta hace pocos años la memoria oral de los ancianos del valle de Güímar recordaba estos trabajos de limpieza y amontonamiento de piedras. En el caso de las de Güímar, existen tanto un acta notarial de compra de la finca, fechada en 1854, en que la presencia de las pirámides no se menciona, como un documento de partición, fechado en 1881, en el que estas estructuras son mencionadas por primera vez.

Orientaciones astronómicas de Güímar

En 1991, Belmonte, Esteban y Aparicio, investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias, descubrieron que el complejo principal de las Pirámides de Güímar está orientado astronómicamente. Este complejo señala, por un lado, la puesta de Sol el día del solsticio de verano y, por otro, la salida del Sol el día del solsticio de invierno. Descubrieron también el fenómeno de la "doble puesta" del sol el día del solsticio estival: el Sol se oculta primero tras un saliente del borde de la caldera de Pedro Gil, reaparece por un instante al superar dicho saliente y se oculta, finalmente, por el fondo de la caldera. Las orientaciones solsticiales hicieron pensar a algunos, que las Pirámides eran antiguos templos. No hay, no obstante, indicación alguna de ello y, en todo caso, por sí sola, la orientación solsticial, no permite concluir nada relativo a la fecha de construcción.

Hipótesis de Heyerdahl

 En 1991 el investigador noruego Thor Heyerdahl estudió las pirámides y según su teoría no pueden ser amontonamientos casuales de piedras. Por ejemplo, las piedras en las esquinas de las pirámides están claramente talladas y el suelo ha sido nivelado antes de la construcción de las pirámides, además todas las pirámides cuentan con una escalera, que al ascenderla, nos orienta al sol naciente. El material usado para la construcción de las mismas, no son piedras de campos cercanos, sino rocas de lava.

A pesar de sus investigaciones, Heyerdahl no pudo descubrir la edad de las pirámides ni contestar a la pregunta de quien las construyó, pero defiende que fueron construidas como templo de adoración al sol, por antiguas civilizaciones en años anteriores al descubrimiento. Hasta la conquista española a finales del siglo XV, Güímar fue la residencia de uno de los diez menceyes (reyes) de Tenerife.

Heyerdahl propuso la teoría de que las islas Canarias habrían servido de base para un supuesto movimiento de barcos entre América y el Mediterráneo. La ruta más rápida de hecho pasa por las islas Canarias, que también fue usada por Cristóbal Colón. En 1970, Heyerdahl demostró que era posible navegar entre África del Norte y el Caribe con métodos antiguos; navegó de Marruecos a Barbados en el barco de papiro Ra II.

Posición de los arqueólogos

La mayoría de los arqueólogos defienden que las pirámides fueron construidas por agricultores que habían sacado las rocas hacia los bordes de sus campos de cultivo, tal como se hacía comúnmente en otras zonas de las Islas Canarias; tales construcciones son llamadas paredones, molleros o majanos en el mundo rural. Del mismo modo muchos habitantes de la propia localidad de Güímar atribuyen esa misma función a estas estructuras.

Por otro lado, no se han hallado pruebas que demuestren que estas pirámides hayan sido construidas por los Guanches; de hecho, hay pruebas arqueológicas que dan a tales construcciones una antigüedad no superior a los 200 años.1​

Tampoco se ha demostrado que en la antigüedad hubieran tenido lugar viajes de pueblos mediterráneos a América como los que defiende Heyerdahl. De hecho tales teorías son rechazadas por la práctica totalidad de los historiadores.

Muchos de estos arqueólogos denuncian que las Pirámides de Güímar son un mero reclamo turístico y que todas estas teorías carecen de fundamento histórico.

El parque etnográfico

En 1998 el área de 65.000 m² de las pirámides de Güímar se abrió al público como parque etnográfico. Heyerdahl fue apoyado por el naviero noruego Fred Olsen. Un centro de información acoge a los visitantes y les explica las expediciones de Heyerdahl y sus teorías sobre las pirámides. Dos pabellones contienen exhibiciones sobre Heyerdahl y modelos de sus barcas y una reproducción a escala natural de la barca Ra II. En varias salas se muestran objetos relacionados con diferentes culturas del mundo, entre ellos una escenificación de un sacrificio maya y una representación del juego del palo canario por dos esculturas de cera de guanches.

La posible influencia de la Masonería

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Ha surgido recientemente la propuesta2​ de que la Masonería pudiera haber influido en las orientaciones astronómicas de las Pirámides de Güímar. Esta propuesta, realizada por los investigadores Aparicio y Esteban, se basa en la influencia que la institución masónica tenía en Canarias y en España en el último tercio del siglo XIX, en la importancia del simbolismo solsticial en la Masonería y en el hecho de que el propietario de la finca desde 1854, Antonio Díaz Flores, era masón. Es de señalar que esta propuesta en nada modifica la datación ni la finalidad de la construcción dada por algunos historiadores (siglo XIX y explotación agrícola), incidiendo solamente en la motivación de incluir la componente estética de las orientaciones solsticiales. 

FUENTES

Pirámides de Güímar - Wikipedia, la enciclopedia libre

Parece Teotihuacán, pero está en España y los viajeros lo consideran una joya oculta 





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© 2020 Elisabet Mallol López
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